lunes, 10 de marzo de 2014

Casi un mes, y siguen DETENIDOS.

El día 14 de febrero cuando fui liberada en el Palacio de Justicia venezolano, conocí a los seis jóvenes que como yo, pisaron ese calabozo tras ser arrestados por MANIFESTAR PACÍFICAMENTE el día 12 de febrero en la ciudad de Caracas. Cuando los vi por primera vez, confieso que no sabía que pensar, no sabía si eran estudiantes o infiltrados, o si eran del grupo que sí generaron violencia en las calles para esos días. Tampoco sabía quiénes los habían detenido ni bajo qué circunstancias o dónde. Tengo que decir que tanto a mí como al resto de las chicas nos dio miedo al verlos llegar.


Nosotras estuvimos en un área de los calabozos que no tenía personas detenidas, a excepción de una mujer, "La Chilindrina" que llevaba 25 días allí, cuyas causas de detención ignoro. A las mujeres nos introdujeron primero al calabozo, y posteriormente a los hombres que conformaban el resto de "Los 26".


Luego de tener cierto tiempo allí, que la verdad ignoro cuánto porque no te dejan tener reloj y allí nadie sabía la hora, llego este grupo de chicos, cuyas caras en promedio no representaban ni la edad que tengo yo. La verdad es que no supe qué pensar.


La razón por la que tuvimos miedo fue porque si antes de entrar allí sus caras eran como las de cualquier joven, para ese momento habían cambiado. Sus miradas perdidas, atemorizadas y expectantes no me transmitían nada bueno. La verdad es que me contagiaron de miedo.


Los ubicaron en la celda que estaba junto a la de nuestros compañeros, es decir, diagonal a nosotras. No dejaban de mirarnos, atisbando a cada una de nosotras, y nosotras a ellos, con cara de pregunta pero sin emitir mayor comentario, solo observaban lo que hacíamos.


Por un momento dejamos de tener contacto visual con ellos y decidimos no hablarles... Después de todo lo que nos pasó no queríamos sorpresas. Pero la realidad era otra. Cómo me hubiese gustado poder hablar con ellos... Poder solidarizarme de alguna manera, para no sentirme tan mal ahora. No fue así. No hice nada, solo escuchar...


Al momento de las declaraciones que dieron ante unos fiscales, cuyo escritorio se ubicaba frente a nosotras, fue que pudimos saber algo de ellos. Realmente pasaron como tres, pero lo que supe después es que a TODOS los habían lesionado. Los que tenían lesiones más EVIDENTES fueron los que dieron declaración. El fiscal les preguntó si había alguien más, yo supongo que el miedo se apoderó de ellos.


Recuerdo que uno de ellos, Nelson Gil, tenía un gran hematoma en un ojo. Me dio dolor cuando lo vi de cerca. Declaró lo ocurrido pero se nos hizo difícil escucharlo a cabalidad. Recordar quiénes dijeron cada cosa al sentarse frente al fiscal me es imposible. Solo recuerdo que uno declaró que chavistas y funcionarios del Cicpc lo golpeaban, y el fiscal colocó "grupo de civiles", y otro que tenía una abertura en la frente dijo que lo habían lanzado contra la jaula y eso le causó la herida que tenía, aunque no puedo recordar si es alguno de los seis que siguen detenidos.


Luego nos mantuvieron allí, hasta que a nosotros nos sacaron para juramentarnos con nuestros abogados por grupos. Ellos siguieron allí. Yo salí en libertad tras una audiencia bastante breve, a eso de las 10:50 p.m. ellos siguieron allí. Esa noche llegué a mi casa a revisar todo lo acontecido con nuestro caso, y todas las noticias, y me acosté a las casi tres de la mañana. Y a esa hora fue que Miguel Pizarro anunció por twitter que iban saliendo en libertad esos chicos, luego de tres horas de audiencia. Lo que supe después era que habían dejado a seis privados de libertad, y cuando vi sus fotos los recordé. Mi apoyo para sus familiares... sé lo difícil que es esto, ya no tanto como ellos, que han pasado por mucho y aún no se hace justicia. Pero pronto esto cambiará, tengamos fe en que saldrán pronto.


Estos son los chicos que siguen detenidos, a la espera de que se defina si ratificarán la privativa de libertad o se desestima el proceso judicial.



Por eso les pido que cuando tengan información de desaparecidos, detenidos, torturados, etc. Notifiquen a todos sus conocidos y que se corra la voz, que se sepa de su paradero, y que se haga justicia. Pensé en determinado momento que esto nos perjudicaría cuando estuve detenida, pero no, esto por el contrario nos ayudó. Si a ellos los maltrataron, y torturaron, imagínense qué sucederá con aquellos a quienes nadie reclame, aquellos a los que nadie mencione en las redes sociales. Hagamos correr las voces de todos aquellos que son víctimas de la injusticia venezolana, de la corrupción de este régimen y de aquellos cuyas voces callan a golpes para obtener una declaración falsa bajo coacción. Basta de impunidad. Resistencia Venezuela.