domingo, 29 de junio de 2014

Todo se infla menos mi bolsillo

Para nadie es un secreto que el país se vino abajo desde que Maburro está en el poder. Obviamente con Chávez no estábamos bien pero este inepto y su equipo se han encargado, a los ojos de todo el mundo, de destruir en tiempo record lo que nos quedaba. Ahora cuando me preguntan qué tenemos solo se me ocurre decir "patria", contemplando con una sola palabra toda la situación de caos en la que nos fundimos a diario.


Me encantaría poder señalar algún punto en el que Venezuela se encuentre excelente, o que siquiera pueda darme algún orgullo. Pero no puedo, y cuando lo encuentro, se disipa entre las cosas que nos hunden desde la superficie. Cosas como leer en las noticias que matan a alguien por negar un plato de sopa, o que en pleno clínico universitario se arma un tiroteo, resultan tan indignantes, que ya no puedo decir con el orgullo que antes tenía, que Venezuela es el mejor país del mundo. 

Tal es el caso de nuestra crisis económica. Esta "guerra económica" que el gobierno dice tener contra la corrupción de las empresas privadas no es otra cosa que la careta para ellos seguir robándose el dinero y que el país, en vez de avanzar, retroceda. No entiendo cómo pueden pensar que todas las acciones que ha tomado el gobierno, como la bendita ley de precios "justos", puedan de alguna manera hacer que mejore la situación. No señor, no hay que ser economista o un erudito para saber que estamos peor que antes. Hay que ser bien estúpido para no darse cuenta que la empresa privada se está desvaneciendo y que el gobierno no es capaz (y no estoy de acuerdo con que lo haga), de asumir esa responsabilidad. Ya hemos visto lo que ocurre con todas las empresas que caen en manos del gobierno... Mejor ejemplo que Éxito ninguno, transformaron Hipermercados Éxito y Cada en la peor calaña que se ha visto. Y es que ni siquiera eso lo saben hacer bien, todos los depósitos, y locales donde existían los supermercados eran alquilados, no propios. Los empleados que tenían (5800) se redujeron a la mitad a tan solo unos meses después de la expropiación, y la calidad ni hablar, solo hay que darse una vueltica por los Abasto Bicentenario y listo.

Y ahora no basta con todas las expropiaciones que han hecho, pues siguen atacándolos con esa fulana ley. Yo no soy economista, no sé mucho del tema. Soy una venezolana como cualquier otra, trabajadora, emprendedora y optimista. Pero aquí ya no se puede emprender nada ni ser optimista en algo. 








He sobrevivido de la mejor forma posible a mis finanzas. El hecho de tener que mantenerme me obliga a organizar mis gastos en su totalidad. Esto no quiere decir que todo quede repartido como debe ser, quiere decir que no me alcanza para nada, no puedo ahorrar un carajo y lo poco que gano lo distribuyo en mis gastos estableciendo prioridades. Entiéndase de mejor forma: comida, pasaje, comida, pasaje, tarjetas, entre otras necesidades que surjan en el mes. Tomando como ventaja que gano más del sueldo mínimo, y que no pago alquiler, tengo lo siguiente:

No me sigue alcanzando para NADA.

¿Qué es lo que ocurre? Me subieron el 30% de mi sueldo, gano más que el mínimo, no tengo hijos, solo tengo un perro, no pago alquiler, no pago condominio, no pago estacionamiento ni gastos de vehículo, no pago seguro médico (porque no tengo), no pago un montón de cosas que muchas o la mayoría de las personas pagan, pero aún así NO me alcanza en lo absoluto, ¿por qué? A veces pienso que soy una persona que despilfarra el dinero, gasto en cosas innecesarias, o que de repente nuestra forma de vivir nos hace gastar así y no nos damos cuenta... Probablemente nuestro estilo de vida tenga que ver. Probablemente en otros países la gente no gasta dinero innesariamente como quizás lo hacemos nosotros, sí, es probable. Pero quizás en esos países la gente no pasa el trabajo que pasa el venezolano aquí, y cuando hablo de pasar trabajo no me refiero a trabajar que jode. En otros países (obviamente con mejor calidad de vida) los ciudadanos tienen que trabajar mucho, pagar impuestos muy elevados, pagar la gasolina a precios exorbitantes, etc, pero tienen mejor calidad de vida gracias a eso. Nosotros ni así. Me refiero a lo cara que es la vida del venezolano. Aquí se paga por todo y no se recibe retribución de nada, nada funciona, NADA. En un país desarrollado pagas muchos impuestos, pagas la gasolina a precios exhorbitantes, pero los semáforos funcionan, y ningún policía te matraquea por gusto. Aquí no, aquí hasta el sueldo de los policías tienes que mantener.


Detesto cuando escucho comentarios de personas conformistas ante esta situación de escasez e inflación. Como si tuviéramos que agradecer haber conseguido un kilo de harina o un litro de leche. No, no y no. Nosotros tenemos que ser un mejor pueblo, el que queremos ser, pero hay muchas personas que nos hacen ser un pueblo mediocre. 


Esos que prefieren ir corriendo a Zara a comprar ROPA antes que garantizar comida en su casa son el mejor ejemplo. Sin embargo, yo hablo por mí; por esas personas que como yo, se indignan porque no les alcanza para cubrir sus NECESIDADES, pero que aún así guapean día a día en busca de lograrlo. Eso sí lo sigue teniendo el venezolano. Esas ganas de echar pa' lante y esa capacidad de no morirse de hambre ante la crisis. Solo que soy lo suficientemente exigente como para no conformarme con lo que puedo cubrir. No puedo adaptarme a la idea de que el bolívar valga menos de un momento a otro al igual que mi sueldo, incluso a veces siento que me molesto con las personas para las cuales trabajo, pero realmente no tienen la culpa. Yo sé que si yo tuviese una empresa en estos momentos, también estaría recortando por todos lados. Y es que la inflación nos ha afectado tanto que ya no sabemos a quién culpar. Bueno, yo sí. Pero no todo el mundo lo sabe.

¿Cómo es que la gente se hace la vista gorda ante esto? Bueno así es el venezolano, en una expresión: pata e' bola. Mucha crisis, violencia, inflación, lo que sea, y el venezolano siempre sonriente y optimista, deseando que las cosas mejoren pero no haciendo nada para ello. Oh bueno sí, marchar.

PD: sin ánimos de molestar a los que aún marchan... pero señores eso no logra nada.

martes, 17 de junio de 2014

Paro USM


Soy Génesis, tengo 25, y estoy recién graduada de Comunicación Social -técnicamente espero mi acto, pero ya finalicé mis clases-, mención audiovisual. Estudié en la Universidad Santa María casi 7 años. Congelé semestre un par de veces pero nunca me desligué por completo. Debo admitir que cuando empecé en la uni veía a la Santa María como una institución increíble. Qué va querida, bájate de esa nube

No planeo hablar mal de mi universidad. A fin de cuentas hay muchas cosas buenas que puedo extraer de ella. Personas que conocí, profesores brutales con los que estudié, etc.
El punto aquí es la mala administración de recursos que ha sufrido desde... SIEMPRE. Para los que están empezando, esas queridas criaturas que creen que esto es algo nuevo y que en la Santa María jamás se ha ido el agua, ni la luz, les digo de antemano que ATERRICEN. Los asuntos críticos con los que han lidiado generaciones y generaciones de estudiantes en esa universidad no son diferentes a los que ustedes viven hoy en día. Es que aunque ya me fui siento como si todavía estuviera allí, sangrando por la herida, sufriendo día a día, o mejor dicho, noche a noche, todas las desgracias a las que los estudiantes, y profesores, están sometidos a diario

¿Ustedes creen que es noticia de última hora que roben autobuses, o que atraquen en los estacionamientos, se roben los carros, se vaya el agua, no haya papel, se vaya la luz, y pare usted de contar? pues ¡NO!

Esto ha ocurrido desde hace mucho. Clases se han parado, pupitres se han sacado de los salones y todo sigue IGUAL. ¿Acaso creen que esa postura netamente IRRACIONAL los va a llevar a algún resultado positivo? o es que acaso, ¿se sienten motivados por los guarimberos a resolver la situación "del mismo modo"? Antes de que me condenen de antemano les digo que NO SOY CHAVISTA, y estuve presa por protestar así que no tiene caso apoyar la guarimba. ¡La solución no es hacer que todos pierdan su tiempo y su dinero por no ver clases y que los directivos de la Santa María se sigan llenando los bolsillos! Tan simple como que: si pierdes el 80% de tus clases por este paro, ¿quién te lo devuelve, quién te garantiza que valdrá la pena? La misma historia se ha repetido mil veces. Yo estudié en todos los turnos y lidié con todo tipo de compañeros. Sé que hay muchos a los que no les importa perder clases, a mí sí me importaba. Bien he dicho siempre que la Universidad Santa María es un reflejo claro del país, es como una mini Venezuela, en la que están quienes se embolsillan unos reales y mueren callados, y la desorganización reina por doquier. Señores si no se organizan (creo que los centros de estudiantes están hechos para eso) y buscan hablar con las autoridades y hacer ruido (entiéndase ruido por insistir, no guarimbear), nadie, NADIE obtendrá un cambio.

Seguirán robando, secuestrando salones, y nada pasará. La vida de alumnos y profesores está básicamente pendiendo de un hilo y ¿la mejor idea es sacar los pupitres y prender un rollo? ¿de verdad? No lo creo. Creo que hay más cerebro dentro de la universidad para hacer mayores cosas.

Sin embargo para eso pasará tiempo, porque sinceramente dudo a esta altura puedan lograr mucho. Si no se organizan desde adentro, como estudiantes, será imposible lograr mover a toda la comunidad estudiantil para seguir un plan de acción. En los siete años que estuve en la universidad jamás vi que se lograra algo por la situación. Sí vi cualquier cantidad de pañitos de agua tibia de parte de las autoridades académicas, pero esos son, y eso continúan siendo.

Condenar a alumnos y profesores porque quieran continuar su semestre a pesar de toda la situación me parece ABSURDO. ¿Por qué no condenan a las autoridades por cobrar tan caro los semestres y no ofrecer un buen servicio? Para eso pagan, ¿o no? Yo me cansé de ver intentos de protesta, y diálogos y cosas que muy probablemente por falta de organización y de apoyo no llegaron a más. Recuerden que como estudiantes son más, y el dinero con el que se mantiene todo sale de sus bolsillos.