martes, 1 de julio de 2014

Todos hemos sido Summer

 …Y no significa que seamos malas personas.


En el mundo de las relaciones todo puede pasar. Hoy conoces a alguien que crees que es el amor de tu vida, crees que simplemente están destinados. Comparten los mismos gustos en cuanto a música, comida, hobbies, formas de pensar y percepciones de la gente. Creen tener una misma visión de vida, en fin, piensas que tienen cualquier cantidad de cosas en común y eso poco a poco te va dibujando una realidad bastante abstracta de que es tu soulmate.

Tal parece ser, y esto lo convierto más en una regla que en una excepción, que todas las relaciones los primeros meses son de puro amor y pasión. Es entonces cuando un beso, una mirada, una sonrisa, un te quiero, y cualquier detalle nos hace flotar de amor solo por venir de una persona que no conocemos, nos impresiona como si jamás nos hubiesen tratado de esa forma, como si se tratara de algo totalmente imposible y, realmente, muchas veces se trata solo de detalles y acciones que no son extraordinarias, que no merecen sobrevalorarlas al punto de pensar que nadie puede ser contigo como lo es esa persona. Así como si no lo merecieras. Falso.

Es en esos casos en los que puedes convertirte en la víctima de una Summer cualquiera, una persona que independientemente de que sea hombre o mujer puede quebrar tus expectativas de la noche a la mañana, y peor aún, sin que lo aceptes por completo. Eso es a lo que llamo “ilusionar personas”.
Día a día pueden aparecer señales de que no es la persona indicada. Tú no las verás, probablemente te niegues a ello aunque tus amistades y todo el mundo te lo digan de frente. Por el contrario justificarás lo injustificable tras alguna excusa barata para alegar que “no fue intensional” o que “no se dio cuenta”, cuando realmente la verdad está ante tus ojos. Una vez que tu casa de cartas se caiga nada valdrá la pena para ti, y la persona que ocasionó tu desastre será la víctima de tus peores deseos y la única culpable de tus desdichas. Mal hecho.

En esa fase donde te cortan las alas, es cuando a través de la negación y sin aceptar la realidad inminente de tu situación, sigues creyendo que todo se resolverá, porque en efecto, cuando esa persona, esa Summer te deja, ya nada será como antes, pero tú seguirás insistiendo, creyendo que lo que tenían era real y no. Falso mil veces.
Qué ilusión la tuya en creer más de lo que estaba al alcance. Si se dan cuenta, muchas veces la verdad está allí, clara. Y en muchos casos Summer te dice lo que quiere… y tú lo aceptas desde el principio. Existen los casos en los que se puede ser más bitch que Summer y no te dicen lo que quieren, o lo que no… allí es donde lidiamos con una persona realmente detestable. Things that happens.

Abres los ojos y te das cuenta que nada es como pensabas, o lo que es peor: nunca lo fue. Te das cuenta que esos que creías detalles especiales de especiales no tuvieron nada, y que el trato hacia ti no fue algo del otro mundo. Total, al final no fue mucho lo que le importaste. Suena bastante cruel, pero probablemente sera muy cierto. Y si no lo crees haz la prueba, el tiempo te dará la respuesta.

No escribo estas líneas porque solo haya tenido hombres como Summer en mi vida, no exactamente. Sino porque analizando la película, y ese comportamiento que pretende hacerte odiar de ella, me di cuenta que muchas veces todos en algún momento somos Summer.
He sido Summer más de una vez en mi vida, y he ilusionado a hombres de esa manera también. No significa que haya sido una bitch, ella nunca lo fue. Pero parte de lo que nos muestra la película es que no todo es color de rosa. No porque creas que es tu alma gemela lo es, no porque parezcan tener los mismos gustos son el uno para el otro. Eso no hace que tu alma gemela se convierta en ello. Lo hacen un conjunto de cosas mucho más intensas que esas banales y superficiales idioteces. Eso no es impresionante, es absurdo. Pero más absurdo es ver que siempre pasa. Más ridículo es ver que tus amigos y todas las personas a tu alrededor, incluso tú, caen en esa situación solo por creer en historias de cuentos de hadas. Esto es la vida real, wake up sweetie.